Cuidar.
Reseña de la obra Barcelona, de Víctor Falcón (Teatro Irracional)1
Alexandra Hibbett (Pontificia Universidad Católica del Perú)
Afiche de Barcelona- Fuente: Cineteatro Irracional
El cuidado es uno de los temas más importantes y menos discutidos de nuestra época. Vivimos cada vez más tiempo, y lo más probable es que, si no nos ha tocado ya, en algún momento nos tocará cuidar. Y en otro, nos tocará depender del cuidado.
Pero, ¿qué implica cuidar a alguien? ¿Qué afectos íntimos y fuerzas inconscientes entran en juego cuando la sobrevivencia de otra persona depende, todos los días y sin tregua, de mí? ¿Y cómo será vivir ese momento, que espero irracionalmente que nunca llegue, pero que probablemente llegará, en que sea yo quien dependa de otra persona para seguir con vida?
“Pero, ¿qué implica cuidar a alguien? ¿Qué afectos íntimos y fuerzas
inconscientes entran en juego cuando la sobrevivencia de otra persona depende,
todos los días y sin tregua, de mí?”
Barcelona, obra póstuma de Víctor Falcón, bajo la dirección de Gonzalo Tuesta y con las actuaciones buenísimas de Natalia Torres, Giovanni Arce y Lía Camilo, aborda estas preguntas con honestidad, empatía y sutileza. Si el mito del cuidado está basado en la imagen de la madre que ama tanto a sus hijos que se sacrifica por ellos sin siquiera sentirlo como un sacrificio, esta obra deshace ese mito para revelar las tensiones y ambivalencias del cuidado. Como espectadores de esta obra, sentimos la rabia y la tensión de estar a cargo de una persona enferma, sin apoyo ni alternativas ni recursos, sacrificando, día tras día, la propia realización personal. Sentimos también la vulnerabilidad y la desorientación de necesitar a alguien, así como el egoísmo absolutamente inocente de la persona que no está en capacidad de darse cuenta de lo mucho que se hace por ella. Y nos embarga la terrible tristeza, la inevitable culpa, del deseo (tan entendible como horroroso) de abandonar a quien nos necesita.

Natalia Torres y Giovanni Arce en Barcelona- Fuente Cineteatro Irracional
“Si el mito del cuidado está basado en la imagen de la madre que ama
tanto a sus hijos que se sacrifica por ellos sin siquiera sentirlo como un
sacrificio, esta obra deshace ese mito”.
“El cuidado ni siquiera es reconocido como trabajo, y más bien es revestido de un falso halo de “lo natural” o del “deber” (casi siempre, de la mujer)”.
Pero lo notable de la obra de Falcón es que, siendo realista, no se sume en la desesperanza. Más bien apuesta por una esperanza radical: la de revalorar el cuidado. Viendo esta obra, entendemos que cuidar a alguien puede ser, si están dadas las condiciones, una manifestación y una realización de lo mejor del ser humano; y por otro lado, nos deja ver el vacío, la soledad, el sinsentido de que nadie nos necesite, de vivir solo para uno mismo bajo el paradigma del éxito y el bienestar material. Barcelona apunta a reconocer la importancia y la dignidad de ese trabajo invisibilizado y subvalorado de tantas personas —en su gran mayoría mujeres—, y a reimaginar sus modalidades: nuevas maneras de cuidar, y de ser cuidados.
“Viendo esta obra, entendemos que cuidar a alguien puede ser, si están
dadas las condiciones, una manifestación y una realización de lo mejor del ser
humano”.
La obra está actualmente en el Cineteatro Irracional en Barranco, hasta el 8 de marzo del 2023.
1 Texto originalmente redactado para el programa de mano de Barcelona.