Entre la dominación y la resistencia 

Una mirada marxista sobre el control de la azucarera Tumán por parte del Grupo Oviedo
Mg. Claudia Almeida Goshi (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)



¡ Ahora, es el momento de defender nuestra empresa;
si es posible, con nuestras propias vidas, compañeros!

(Trabajador de Tumán, Panamericana Televisión, 2018)

Protestas en Tumán. Fuente: Gestión 2018. https://bit.ly/3WO5nnB

En el marco de las investigaciones en torno a los asesinatos de Manuel Rimarachín y Percy Farro (dirigentes sindicales de la empresa azucarera Agroindustrial Tumán, ubicada en Chiclayo, Perú), en diciembre del 2018 el empresario Edwin Oviedo recibió 18 meses de prisión preventiva. Oviedo, expresidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), era sindicado como el autor mediato de ambos crímenes al liderar –según la hipótesis fiscal– la organización criminal Los Wachiturros de Tumán. Este escuadrón de la muerte funcionaba, al parecer, como el brazo armado del Grupo Oviedo dentro de la azucarera norteña. Precisamente, el conglomerado empresarial encabezado por el aún investigado controló la Agroindustrial desde el 2006 hasta el 2018, a pesar de las constantes protestas y huelgas de los trabajadores, quienes, a su vez, son sus accionistas originales y manejaron la empresa antes del arribo del Grupo Oviedo por vía judicial. La compañía –que alguna vez fue una de las más importantes productoras de azúcar del Perú– está en quiebra, y cerca de 1300 agricultores, obreros y trabajadores administrativos han dejado de percibir el salario que les corresponde.



“En este artículo, busco desplegar una mirada marxista sobre el control que el Grupo Oviedo ejerció en Tumán”.




En este artículo, busco desplegar una mirada marxista sobre el control que el Grupo Oviedo ejerció en Tumán. Intento, en otras palabras, exhibir los factores que contribuyeron a su dominio y esbozar aquellos que cimentaron las vías para comenzar a socavarlo. Para ello, utilizaré dos ideas desarrolladas por Karl Marx (1968 y 1844/2013): (i) la interrelación entre la base (estructura económica) y la superestructura (formas jurídicas, religiosas, luchas de clases, constituciones, etcétera), y (ii) el concepto de trabajo enajenado.[1] Es así como llego a considerar que el mantenimiento de la administración del Grupo Oviedo en la azucarera reflejó relaciones materiales de dominación que se asentaron en diferentes esferas del aparato estatal e implicaron el beneficio económico de unos pocos (el Grupo Oviedo y sus cómplices) en detrimento de muchos (los agricultores, los obreros y el personal administrativo). Sin embargo, a pesar del paupérrimo estado al que los trabajadores fueron reducidos, también lograron cambios sustantivos en la gestión de Tumán gracias a la articulación de sus propios intereses con las denuncias sostenidas en los mismos ámbitos que operaron para subyugarlos.

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Marx manifiesta que la producción y la trasformación de las ideas están ligadas a la actividad material de los hombres (1968, pp. 54-55). En otros términos, las ideas (o las leyes, la moral o la religión de un pueblo) no tienen un origen a priori, no son naturales y no permanecen inconmovibles, sino que son contingentes y creadas por los seres humanos, sobre todo por aquellos que pertenecen a la clase dominante de una sociedad. “Las ideas dominantes no son más que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes” (Marx, 1968, p. 59). En el Perú, las ideas que benefician al empresariado –como clase dominante– han sido impresas en formato de ley a partir del autogolpe del 5 de abril de 1992 ejecutado por el entonces presidente, Alberto Fujimori. Dicho de otra manera, la cristalina interrelación entre base (relaciones materiales de dominación de carácter empresarial) y superestructura social (leyes con nombre propio que favorecen negocios particulares) requirió, como condición indispensable de producción, el desmantelamiento del aparato estatal democrático como producto del golpe de Estado propugnado por Fujimori y su camarilla político-militar.

Al respecto, Degregori (2011, p. 61) indica que el autogolpe no incomodó a los empresarios, sino que fue aceptado debido al giro neoliberal que tomó el régimen (luego del fujishock de agosto de 1990). Las medidas económicas de transformación neoliberal que impulsó el régimen no encontraron mayor oposición ni en el Parlamento ni en el Poder Judicial porque el Ejecutivo se había apropiado de ambos espacios a partir del autogolpe. El giro neoliberal requirió, entonces, de una arremetida autoritaria para su consolidación. Por ejemplo, la promulgación automática de la Ley de Promoción Agraria –que benefició, en detrimento de los trabajadores agrícolas, a José Chlimper, exministro de Agricultura y propietario de Agrokasa, así como a similares compañías agroexportadoras– y de la Ley de Creación del Sistema Privado de Administración de Fondos de Pensiones –que favoreció a Carlos Boloña, ministro de Economía de ese régimen, quien, según Francke (2018), en su faceta empresarial se desempeñaba como accionista de la AFP Horizonte– demuestra que, desde el fujimorato, los empresarios poseen los medios de producción necesarios para promulgar normas que los amparen. De ahí que la aprobación de las leyes que protegieron los intereses económicos del Grupo Oviedo en la Agroindustrial Tumán no sea una novedad dentro del aparato estatal. Las leyes con nombre propio, sin embargo, presentan hoy en día un rasgo característico: no solo encuentran promoción y apoyo en la bancada fujimorista, sino también en otros partidos políticos.



“La norma descrita no es la única que ejemplifica la transparente ligazón entre base y superestructura, es decir, entre relaciones materiales de dominación de carácter empresarial y legislación”.




En el 2011, el Poder Legislativo firmó la primera “ley Oviedo” (Ley 29678). Esta norma protege el patrimonio de las empresas azucareras ante cualquier tipo de embargo o medida cautelar. Los excongresistas Marisol Espinoza (en ese entonces del Partido Nacionalista Peruano) y Javier Velásquez Quesquén (APRA) fueron los principales promotores de su promulgación. Gracias a dicha norma, los agricultores y obreros de la azucarera Tumán no podrán cobrar su jubilación hasta el 2030. Como señala el abogado Carlos Rivera, “cuando tú [a la reportera] y yo nos jubilemos, vamos a ir a reclamar a la AFP y la AFP nos tiene que dar nuestro dinero en un solo acto. En el caso de los trabajadores de Tumán, […] se establece que el proceso de pago de las indemnizaciones y compensaciones va a durar 10, 15, 20 años. Eso es totalmente arbitrario e ilegal” (ATV+, 2018). Los trabajadores no pueden recurrir a instancias judiciales para que se ejecute el reconocimiento económico que les corresponde debido al amparo que recibió el Grupo Oviedo en formato de ley.

La norma descrita no es la única que ejemplifica la transparente ligazón entre base y superestructura, es decir, entre relaciones materiales de dominación de carácter empresarial y legislación. La segunda “ley Oviedo” fue promulgada en el 2017 y promovida por el expresidente del Congreso Daniel Salaverry (quien, en el 2022, se desempeñó como consejero del presidente Pedro Castillo). En esta norma se ampliaba arbitrariamente la gestión de Edwin Oviedo al frente de la Federación Peruana de Fútbol, posición desde la cual brindó “favores” –como entradas al Mundial Rusia 2018– a César Hinostroza Pariachi, juez que, en su momento, lo apoyó en el caso de los Wachiturros de Tumán (Ojo Público, 6 de diciembre del 2018). Como vemos, “las leyes Oviedo” sirvieron para resguardar el control del Grupo en la Agroindustrial y asegurar la impunidad de los delitos cometidos por su líder. Su promulgación requirió condiciones de producción (el giro neoliberal y el autogolpe de 1992 con el que todos los poderes del Estado se concentraron en el Ejecutivo) y la gestión de operadores provenientes de más de una tienda política.

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Por un lado, echar una mirada marxista a un fenómeno determinado implica disponer sobre este una lectura histórica. De ahí que haya sido ineludible esbozar el origen del engarce entre base y superestructura a partir del autogolpe de 1992. Por otro lado, este ejercicio también implica explorar las articulaciones entre lo económico, lo político y lo simbólico. El dominio del Grupo Oviedo en Tumán requirió el engarce de los intereses económicos de este conglomerado empresarial con el beneficio personal de operadores políticos capaces de promover leyes que favorecían a unos pocos y perjudicaban a muchos. Sin embargo, mantener el control del Grupo en la azucarera norteña en medio de sucesivas protestas y huelgas requirió, a su vez, la producción y circulación de trabajo mediático y representacional.

Antes del Mundial de Rusia 2018, los medios presentaban a Edwin Oviedo como un gran emprendedor: un empresario de origen humilde, que logró el éxito gracias a su labor en el terreno agroindustrial, al punto de ser reconocido como “el barón del azúcar” (Chirinos, 2015). Además, el periodista Ricardo Uceda (20 de diciembre del 2014) destaca la influencia de Oviedo en Lambayeque, al ser identificado como el responsable de reflotar el Juan Aurich, el equipo de fútbol de esta región. Un prestigio de oropel cubrió, por tanto, a Edwin Oviedo mediante la propagación de discursos y la ejecución de prácticas destinadas a constituir férreos vínculos entre él y la sociedad lambayecana. Así, el trabajo articulado en los ámbitos económico, político y simbólico fue la fórmula que mantuvo el dominio del Grupo Oviedo en Tumán, pero también –como demostraré a continuación– la vía para empezar a socavarlo.

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Según Marx (1844/2013 p. 134), el obrero es más pobre en tanto más riqueza produce. El trabajo es, entonces, enajenado, pues convierte al obrero en la mercancía más barata dentro de los costos de producción y provoca que se sitúe en una posición externa a su labor (p. 138). La vida de los trabajadores de la Agroindustrial Tumán está sujeta a las mayores privaciones posibles. Como ya mencioné, ellos recién podrán cobrar su jubilación a partir del 2030. Asimismo, no cuentan con seguro de salud a pesar de que, en sus boletas de pago, aparecía el concepto por este descuento (Panorama, 2018). Lo peor de todo es que los trabajadores no suelen recibir su salario completo, llegando a no cobrar remuneración alguna. Su trabajo en la azucarera al mando del Grupo Oviedo los convirtió en el costo de producción más ínfimo, a pesar del incremento en el rendimiento de las tierras. Las ganancias de la Agroindustrial no eran recibidas por los trabajadores, sino que ingresaban a las arcas del Grupo Oviedo. Este emporio compraba los sacos de azúcar de Tumán a un precio mucho menor que el del mercado y luego los vendía –en sus propios centros comerciales– a un precio mayor. “El grupo Oviedo, en efecto, se vende a sí mismo el azúcar de Tumán” (Uceda, 20 de diciembre del 2014). El trabajo de los agricultores, obreros y administrativos de la azucarera terminó convirtiéndose en una jornada no pagada en beneficio de los mandos de la empresa.

El líder sindical Juan José Torres denunció lo siguiente: “Edwin Oviedo Pichotito, por tu culpa Tumán se está desangrando; por tu culpa me estoy muriendo de hambre, por tu culpa estoy enfermo” (ATV+, 2018). El señor Torres, quien tiene más de 30 años de labor en la Agroindustrial, no cuenta con ningún beneficio social que lo ampare. El trabajador administrativo Maximiliano Yamunaqué comparte que, debido a la falta de pago, sus hijos han tenido que abandonar la universidad: “[Edwin Oviedo] porque no me pagas mi sueldo, he tenido que retirarlos” (ATV+, 2018). Estos son solo dos testimonios de los que podrían proporcionar los 1300 trabajadores cuyas vidas fueron precarizadas por los atropellos que el Grupo Oviedo cometió durante más de nueve años en la azucarera.

Sin embargo, el control del Grupo no estuvo exento de resistencia. Por más de que el trabajo de los obreros, los agricultores y el personal administrativo los hubiera convertido en la mercancía más barata dentro de la empresa, ellos han continuado ejerciendo cierta agencia. No han dejado de protestar, de movilizarse ni de organizarse. Lo han hecho desde el 2006 y lo siguen haciendo incluso en el 2022.[2] Al respecto, considero que su lucha, finalmente, está reconfigurando la superestructuragracias a la articulación entre sus demandas y sus prácticas en los ámbitos político y simbólico. Sus denuncias fueron recibidas por elementos del Poder Judicial y del Ministerio Público. Si no hubiera sido así, Edwin Oviedo no habría recibido prisión preventiva y su poderío en la azucarera no habría sido diezmado. Además, un sector del Parlamento solicitó la observación de la “ley Oviedo” que extendía el mandato del ahora investigado en la FPF. Incluso, la excongresista Paloma Noceda –antes de Fuerza Popular– solicitó que su firma se retirara de la norma. Por su parte, los exlegisladores Javier Velásquez Quesquén y Marisol Espinoza han sido acusados por la Fiscalía por el delito de cohecho debido a que patrocinaron la primera ley que favoreció al Grupo Oviedo.

En el 2018, en los medios proliferaron reportajes y artículos sobre la irregular gestión del Grupo y sus crímenes en Tumán. El escándalo sin precedentes que la propagación de los “CNM audios” generó en la sociedad también implicó que la prensa se enfocara a los personajes a los que se aludía en estas grabaciones, entre quienes figuraba Edwin Oviedo. Los testimonios de los trabajadores afectados y de los deudos de los líderes sindicales asesinados circularon en los medios más importantes del país. El prestigio de oropel que iluminó durante años la imagen del presidente de la FPF ya no es efectivo, puesto que, a través de discursos mediáticos, la ciudadanía ha visto su rostro más corrupto.

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A fines del 2018, la administración de la Agropecuaria Tumán pasó a manos de los trabajadores (El Comercio, 8 de diciembre del 2018). Ellos tomaron las instalaciones y vendieron los sacos de azúcar que permanecían en el almacén para repartirse entre todos las ganancias. A su vez, la apropiación de Tumán por parte del Grupo Oviedo está siendo investigada en instancias judiciales y en las unidades de investigación de medios periodísticos. Por otro lado, en el 2020, Edwin Oviedo pasó de prisión preventiva a prisión domiciliaria debido a la pandemia. Actualmente, continúa siendo objeto de las pesquisas fiscales, pero en libertad.



“A pesar de que nuestro aparato estatal presente las condiciones de producción necesarias para la promulgación de leyes con nombre propio, una ciudadanía vigilante puede llegar a visibilizarlas”.





Detención de Edwin Oviedo. Fuente: El Comercio 2020. https://bit.ly/3UIpB07


Como vemos, las pugnas por el control de la azucarera fueron posibles cuando las demandas de un grupo se articularon con otras. El cansancio de la ciudadanía ante la impunidad que los personajes implicados en los “CNM audios” ostentaron confluyó con los reclamos de justicia por parte los trabajadores de la azucarera, así como con el trabajo imparcial de fiscales y jueces. A pesar de que nuestro aparato estatal presente las condiciones de producción necesarias para la promulgación de leyes con nombre propio, una ciudadanía vigilante puede llegar a visibilizarlas. El caso de la Agropecuaria Tumán da cuenta de que sí es posible hacerlo, aunque con la presencia de tensiones e intereses de diversa índole de por medio.





[1] Esta última frase es empleada en la traducción de Alianza Editorial por Francisco Rubio Llorente (Marx, 2013). 

[2] En el 2022, el excongresista fujimorista Héctor Becerril fue echado de la Agropecuaria Tumán. Uno de los trabajadores lo recibió con las siguientes palabras: “Nuestras familias se mueren y no tienen seguro. Muchos familiares se hacen diálisis y no tienen seguro. Salte de acá antes de que la población venga y te linche, sinvergüenza” (Vásquez, C., 4 de agosto del 2022).



Referencias

ATV+. (8 de agosto del 2018). Beto a Saber: Programa del 07 de agosto del 2018 [Video]. Revisado el 9 de diciembre del 2018. https://www.atv.pe/video/beto-a-saber-programa-del-07-de-agosto-del-2018

Vásquez, C. (4 de agosto del 2022). Ciudadanos intentan agredir a excongresista fujimorista Héctor Becerril. La República. https://larepublica.pe/sociedad/2022/08/04/ciudadanos-intentan-agredir-a-excongresista-fujimorista-hector-becerril-lrnd/

Chirinos, D. (2015). Edwin Oviedo: ¿quién es el empresario que está al frente del fútbol peruano? Semana Económica. Revisado el 6 de diciembre del 2018. http://semanaeconomica.com/article/management/negocios/151475-edwin-oviedo-quien-es-el-empresario-que-esta-al-frente-del-futbol-peruano/

Degregori, C. I. (2001). La década de la antipolítica. Auge y huida de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Instituto de Estudios Peruanos.

El Comercio (8 de diciembre del 2018). Edwin Oviedo: ¿Quién tiene actualmente la administración de Tumán? El Comercio. https://elcomercio.pe/peru/lambayeque/edwin-oviedo-actualmente-administracion-tuman-noticia-585557

Francke, P. (26 de octubre del 2018). Boloña, el ideólogo del fujimorismo (y sus herederos). Wayka. https://wayka.pe/bolona-fujimorismo-y-sus-herederos-por-pedro-francke/

Marx, K. (1968). Relaciones entre la infraestructura y la superestructura (selección de textos). En Sobre arte y literatura. Nueva Ciencia.

Marx, K. (1844/2013. El trabajo enajenado. En Manuscritos de economía y filosofía. Alianza Editorial.

Ojo Público (6 de diciembre del 2018). Detenido Edwin Oviedo facilitó entradas a congresistas fujimoristas a cambio de protección política. Ojo Público. https://ojo-publico.com/1004/fiscalia-edwin-oviedo-facilito-entradas-para-congresistas-de-fuerza-popular

Panorama. (5 de agosto del 2018). Violencia en Tumán: Empresa vinculada al grupo Oviedo retoma azucarera [Video]. https://www.youtube.com/watch?v=xn-CQyj6HXc&t=1042s

Uceda, R. (20 de diciembre del 2014). El ingenio de Oviedo II. La Mula. https://revistapoder.lamula.pe/2014/12/20/el-ingenio-de-oviedo-ii/poder/ 

revista de estudiantes de la maestría en estudios culturales pucp

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